Biografía

Adria Smith Tamayo nació el 23 de febrero de 1984 en La habana, Cuba.  

A los nueve años comenzó  la práctica deportiva, concretamente la especialidad de Volleyball,  en la EIDE Mártires de Barbados donde posteriormente fue seleccionada para formar parte de la selección nacional cadete, en el Cerro Pelado.

Con 5 medallas nacionales, en diferentes categorías, una placa de mejor rematadora. Además de dos medallas continentales y un trofeo de mejor  rematadora Norceca juvenil; abandonó su país para poder continuar su carrera deportiva. Ya que no fue considerada para formar  parte de la selección nacional absoluta. 

 Entre 2005 y 2007 vivió el Luanda, Angola. País ubicado en el este de África. Allí se enamoro de la cultura, la comida, la alegría y por supuesto la hospitalidad de sus habitantes. También jugo volleyball, en el club más laureado del país, club Primero de Agosto, en Luanda. En este club gano por dos años consecutivos el campeonato nacional angolano.

 

A pesar del sentimiento que este país despierta en su vida, un día del año 2007 viajo a tierras francesas gracias a la ayuda de un amigo que le puso en contacto con un agente de volleyball de la provincia Marsellesa de Aix en Provence. Allí jugo la mitad de la temporada 2007-2008 y la temporada 2008-2009. Ganándose el cariño de todas las personas de su entorno. "Vivir en Aix en Provence fue una experiencia deliciosa e irrepetible. Recuerdo que cuando llegue no entendía a nadie, y en 6 meses entendía a todos y hablaba bastante bien, esto fue gracias a los directivos del club que se preocuparon por inscribirme en la academia, además de ayudarme en todo lo demás"

 

Siguiente destino, A Coruña. Magestuosa ciudad de la provincia gallega de España. Verdes paisajes, tardes lluviosas, asento galego....

Después de dos años inactiva, Adria se incorpora en las filas del CV Sant Joan. San Juan es un municipio de la ciudad de Alicante. Cálido clima, bellas playas...

 Actualmente con 28 años, lleva dos temporadas separada de lo que más le gusta hacer, jugar Volleyball. La federación internacional, le ha cerrado las puertas pidiendo por su transfer grandes cantidades de dinero, condenando así a la tristeza a una jugadora que lo único que quiere es entrar al campo, sentir el chirriar de zapatillas, el olor a sacrificio deportivo, sentirse viva. "Sé que soy una apasionada del Volleyball, porque cuando entro en una cancha, ya sea a jugar o entrenar, se me olvidan todos los problemas y preocupaciones, es como si se quedasen fuera, como si la cancha fuese un sitio sagrado reservado solo para la alegría"